La hermana María de Guadalupe regresó a su ciudad natal, Villa Mercedes, en San Luis (Argentina), luego de permanecer por dos años en la ciudad de Alepo, en Siria, acompañando la tarea pastoral encomendada a sacerdotes y religiosas del Instituto del Verbo Encarnado (IVE).
En su ciudad, informa AICA, la religiosa de 41 años estuvo en Radio Acuarela, una emisora local, y ofreció su testimonio de fe en el difícil contexto que los cristianos deben soportar en Medio Oriente.
"Hemos vivido por dos años en sitio, con situaciones terribles, como falta de agua, de electricidad o combustible. Sin embargo, hay gente que no deja de venir: muchos mayores caminan cerca de 45 minutos para venir a misa, con el riesgo que eso conlleva, porque ¡estamos en guerra! El bombardeo es permanente".