El Cardenal Jean-Louis Tauran, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, destacó en su discurso ante la 63º sesión de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, que "las religiones, a pesar de las debilidades y contradicciones de sus miembros, son mensajeras de reconciliación y de paz".
En su intervención de ayer sobre el tema "Cultura de la paz", el Purpurado subrayó que la ONU "por su naturaleza y su misión, debería ser una escuela de paz. Aquí se debería aprender a pensar y a actuar siempre teniendo en cuenta las aspiraciones y los intereses legítimos de todos". Los países miembros, continuó, "deben esforzarse por superar la simple lógica de las relaciones de fuerza y emplazarla por la fuerza del derecho y la sabiduría de los pueblos, convirtiéndose así en 'artesanos de paz'".
Por ello, precisó, "en esta tarea exigente, los creyentes y sus comunidades ocupan su lugar y tienen un papel que jugar. Las religiones, a pesar de las debilidades y contradicciones de sus miembros, son mensajeras de reconciliación y de paz".