En su primer discurso en la ciudad de Praga en su viaje a la República Checa, el Papa Benedicto XVI alentó a los habitantes de este país a redescubrir las “tradiciones cristianas que han plasmado su cultura y exhorto a la comunidad cristiana a seguir extendiendo su voz mientras la nación afronta los desafíos del nuevo milenio”.
Tras ser recibido por el Presidente Václav Klaus y por el Arzobispo de Praga, Cardenal Miloslav Vlk, el Santo Padre explicó que "si toda la cultura europea ha sido profundamente plasmada por la herencia cristiana, esto es verdad en modo particular en la tierra checa, porque gracias a la acción misionera de los santos Cirilo y Metodio en el siglo noveno, la antigua lengua eslava fue transcrita por primera vez. Apóstoles de los pueblos eslavos y fundadores de su cultura, con razón son venerados como patronos de Europa".
Este país, prosiguió el Papa, "ha sido un punto de encuentro de pueblos, tradiciones y culturas diversas. No se puede negar que esto causó a veces fricciones. Sin embargo, con el tiempo se ha revelado un encuentro fructuoso. De ahí el papel significativo que ha jugado la tierra checa en la historia intelectual, cultural y religiosa de Europa, a veces como un campo de batalla, y más a menudo como un puente".