Más de 250 personas, entre ellas 60 discapacitados, protestaron en el campus de la Universidad de Princeton durante el primer día de clases por la contratación de un profesor que postula -entre otras cosas- que los padres tienen el derecho de matar a sus hijos recién nacidos si presentan algún problema físico.
En sillas de ruedas y a pie, los manifestantes rechazaron la contratación de Peter Singer -conocido como el "filósofo de la muerte"- como profesor de Bioética. "No es posible que la universidad le dé una plataforma de lanzamiento de sus ideas", afirmó Stephen Drake, organizador de la protesta y miembro del grupo pro derechos de los discapacitados Not Dead Yet.
Por su parte, Marie Tasy de Right to Life, señaló que "la historia humana ya nos ha mostrado a dónde es que este tipo de pensamiento lleva", en referencia a los postulados de Singer.