En la mayor audiencia privada concedida por un Pontífice a líderes de la religión judía, el Papa Juan Pablo II recibió a unos 160 jefes, rabinos y cantores judíos de Israel, Estados Unidos y Europa, que agradecieron sus esfuerzos por reconciliar a cristianos y judíos.
El Santo Padre recordó que "este año se celebra el 40º aniversario de la declaración "Nostra aetate", del Concilio Vaticano II, que ha contribuido enormemente al fortalecimiento del diálogo judío-católico".
El Papa expresó su deseo de que "este aniversario sea una ocasión para un renovado compromiso que fomente el entendimiento y la cooperación al servicio de la construcción de un mundo cada vez más firmemente basado en el respeto a la imagen divina en todos los seres humanos".