En un comunicado, el Prelado pidió a los fieles sus oraciones, compañía y solidaridad para lograr ejecutar su nueva misión. "Con los ojos fijos en Jesús y consciente de mis limitaciones, debilidades y pecados, he aceptado la nueva misión que me encomienda el Señor por labios del Papa Francisco. Quiero agradecer públicamente al Santo Padre la confianza que me ha mostrado al darme esta nueva misión", expresó.
En ese sentido, invitó a su nueva comunidad "a caminar juntos con esperanza y alegría, a fijar una vez más nuestros ojos en Jesús, en quien hay vida, y vida en abundancia. No tengamos miedo en ser una Iglesia Pascual, samaritana, pobre y servidora, discípula y misionera".
Asimismo, agradeció "de corazón" el servicio apostólico realizado por su predecesor Mons. Lázaro Martínez. "Considero que el gran legado que nos deja, y por el cual estoy seguro que lo recordaremos siempre, es haber sembrado en esta querida diócesis de Ponce la devoción a la Divina Misericordia. De él podemos decir, sin equivocarnos: aquí hay un verdadero testigo del rostro misericordioso del Padre", manifestó.