Los responsables de la pastoral de migración de los Episcopados Europeos reunidos en Sigüenza (Guadalajara), pidieron a la Organización de Naciones Unidas, Consejo Europeo (CE) y Unión Europea (UE), establecer "políticas más generosas de ayuda al desarrollo de los países pobres y controles más eficaces de las mafias y de los traficantes de personas".
Así lo señala la conclusión del Encuentro Anual de Directores Nacionales de las Pastoral de Migraciones, realizado bajo el lema "Migraciones y juventud. Una oportunidad para la sociedad y la Iglesia en Europa"; y que reunió a representantes de 25 Conferencias Episcopales de Europa y de la Santa Sede, así como delegados de organizaciones católicas internacionales de ayuda humanitaria como Cáritas Europa, entre otras.
El documento final afirma que la "dramática situación" que se vive en las Islas Canarias, el sur de España, Italia y Malta, por la llegada masiva de inmigrantes africanos, es "consecuencia de la injusta situación de pobreza y subdesarrollo en los países de origen", que empuja a estas personas a "la aventura de alcanzar el 'sueño' europeo" para "escapar de la pobreza y mejorar su situación y la de sus familias".