Al recibir esta mañana a 40 miembros de la Academia Eclesiástica Pontificia, el Papa Benedicto XVI describió tres dimensiones sacerdotales que deben cultivar quienes sirven como representantes pontificios en cualquier lugar del mundo: adhesión al Santo Padre y su magisterio, pasión por la Iglesia y capacidad para ser puentes sólidos entre las Iglesias particulares y la Santa Sede.
Benedicto XVI señaló que "el servicio de representación al que os preparáis es participación en la ‘sollicitudo omnium ecclesiarum’ que caracteriza el ministerio del Romano Pontífice" y "en esa perspectiva eclesial el ejercicio de la representación implica la exigencia de acoger y de alimentar con especial atención en la propia vida sacerdotal algunas dimensiones".
Es necesario, "en primer lugar, cultivar una plena adhesión interior a la persona del Papa, a su magisterio y al ministerio universal; adhesión plena, esto es, a quien ha recibido la tarea de confirmar a los hermanos en la fe. En segundo lugar, asumir como estilo de vida y como prioridad cotidiana una atención atenta, una verdadera ‘pasión’ por la comunidad eclesial".