Por segundo año consecutivo, el Papa Francisco optó este mes de agosto por permanecer en el Vaticano y no viajar a Castel Gandolfo, donde solían retirarse los pontífices anteriores durante los meses del verano boreal.
El Papa Francisco ofreció al Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI, la posibilidad de refugiarse del calor romano en Castel Gandolfo, pero el Pontífice Emérito decidió quedarse en el Vaticano y seguir con su vida de retiro y oración en el monasterio Mater Ecclesiae.
La agenda del Papa durante este mes no se detiene y el Pontífice reanudará esta semana la audiencia general de los miércoles, que se celebrará este 6 de agosto en el Aula Pablo VI, dentro del Vaticano, para proteger a los fieles de la fuerte ola de calor en Roma.