En su discurso a las asociaciones católicas comprometidas con la Iglesia y la sociedad en Alemania, el Papa Benedicto XVI dijo que "la fe cristiana es para el hombre siempre un escándalo, no sólo en nuestro tiempo".
Ayer por la tarde en la Konzerthaus de Friburgo, el Santo Padre agradeció primeramente la labor de estas asociaciones e hizo una reflexión sobre el hecho que, ante la progresiva secularización de la sociedad cada bautizado, "cada cristiano y la comunidad de los creyentes están llamados a una conversión continua".
Este proceso, explicó, debe considerar el "escándalo" de la fe ya que "creer que el Dios eterno se preocupe de los seres humanos, que nos conozca; que el Inasequible se haya convertido en un momento dado en accesible; que el Inmortal haya sufrido y muerto en la cruz; que a los mortales se nos haya prometido la resurrección y la vida eterna; para nosotros los hombres, todo esto es verdaderamente una osadía".