El Papa Francisco, repitiendo un gesto que hizo hace algunos años San Juan Pablo II, pidió perdón por las ofensas y los pecados de los hijos de la Iglesia, esta vez en alusión a "la llamada conquista de América" y pidió también recordar el testimonio de los miles de obispos, sacerdotes y religiosas que respondieron a esto con "la fuerza de la cruz".
Así lo afirmó el Santo Padre en su discurso a los movimientos populares que realizan su segundo encuentro mundial de la ciudad de Santa Cruz en Bolivia.
En su discurso de casi una hora de duración, el Papa afirmó que "lo han reconocido mis antecesores, lo ha dicho el CELAM, el Consejo Episcopal Latinoamericano) y también quiero decirlo. Al igual que mi predecesor San Juan Pablo II pido que la Iglesia 'se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos'".