El Obispo de Nuevo de Julio (Argentina), Mons. Martín de Elizalde, recordó a los educadores y padres de familia su deber de transmitir la fe católica a los hijos y alumnos a través del testimonio de vida y no solo con conocimientos.

En un mensaje con motivo del inicio del año lectivo 2013, el Prelado recordó que la educación de los menores es una prioridad para el país y por ello la Iglesia "alienta a los padres y madres de familia para que trasmitan a sus hijos la fe que los anima".

El Obispo basó su texto en la proposición sobre la educación que entregaron al Papa Benedicto XVI los padres sinodales al concluir la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre "La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana", donde se considera a la educación una "dimensión constitutiva de la evangelización".

El Prelado dijo que padres y educadores deben crear espacios de encuentro con Dios en la oración y la frecuentación de los sacramentos, formar en el conocimiento de la fe y animar con la palabra y el testimonio, "irradiando así desde el hogar los ejemplos que nos enseñó el mismo Señor Jesús".

"Todo cristiano tiene que estar muy atento a la responsabilidad de ser testigo de su fe, y también a ejercerlo en su ambiente. Especialmente esta misión compete a quienes tienen a su cargo a niños y jóvenes, que son más sensibles para adquirir los hábitos y los conocimientos que los ayudarán en su vida para enriquecer su persona y volcar en beneficio de los demás todo lo recibido", afirmó.

En ese sentido, señaló que el educador cristiano "no puede dejar de lado su condición en su conducta y actitudes" cuando cumple con "la hermosa misión que le ha tocado".

El Obispo de Nueve de Julio invitó a los educadores a que consideren "con seriedad y empeño" el compromiso de su fe, "para volcar en su tarea y vocación los dones que Dios ha revelado y que tienen que ser puestos en las almas de los niños y ejercitados en la vidas e los jóvenes".