Los obispos de las diócesis vascas de Bilbao, San Sebastián y Vitoria condenaron el atentado perpetrado esta madrugada en la localidad vizcaína de Durango por ETA que causó daños personales y materiales y pidieron una vez más la desaparición de la banda terrorista.
Una furgoneta cargada con unos 100 kilos de explosivo estalló minutos antes de las 3:30 de la madrugada en un aparcamiento junto al cuartel de la Guardia Civil de Durango, causando leves heridas a dos guardias civiles que ya han sido dados de alta. El de hoy constituye el primer atentado del grupo criminal tras la ruptura del alto el fuego decretado unilateralmente por ETA el pasado 5 de junio.
“Queremos una vez más condenar esta acción terrorista que ha causado daños personales y materiales”, señalan a través de un comunicado los obispos Ricardo Blázquez, de Bilbao; Juan María Uriarte, de San Sebastián; Miguel Asurmendi, de Vitoria; y Carmelo Etxenagusia, Auxiliar de Bilbao.