Mons. José María Ortega y Mons. Kay Schmalhausen, los nuevos obispos de las prelaturas de Juli y Ayaviri, respectivamente, reconocieron que uno de sus principales retos en el sur andino del Perú (departamento de Puno) es afrontar las secuelas de décadas de "mucha ideología".
Los prelados explicaron esta situación durante su reciente visita a la sede de la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), e indicaron que durante las tres décadas pasadas "los intereses sociales" se han enfatizado demasiado en desmedro del "cuidado pastoral para las poblaciones indígenas".
Mons. Ortega señaló que "lo que tenemos que hacer ahora es promover la evangelización y la justicia social, de acuerdo al Magisterio de la Iglesia. El trabajo catequético entre los laicos y la adecuada y sólida formación para nuestros seminaristas son nuestras prioridades para los próximos años".