Diversos obispos mexicanos rechazaron el ofrecimiento de las autoridades de darles una protección especial ante las amenazas de narcotraficantes pues, señalaron, estas deben proteger a todos los ciudadanos por igual.
Según informó la prensa local, el Obispo electo de Huejuetla, Mons. Salvador Rangel, comentó que los gobiernos de Guanajuato y Michoacán ofrecieron seguridad, pero no las han aceptado. Indicó que la vida de los sacerdotes vale como la de cualquier ciudadano que está en peligro, tras informar que un presbítero del poblado de Cuitzeo recibió amenazas del narcotráfico, aunque todo se solucionó.
Por su parte, el Obispo de Zamora, Mons. Javier Navarro, consideró que la seguridad se debe brindar a todos los mexicanos. "Si a los sacerdotes se les persigue por sus discursos en el púlpito, por predicar el Evangelio, bienvenido (el acoso)", expresó.