Dos de los principales obispos de Estados Unidos renovaron el llamado a optar por la vida y rechazar la pena de muerte, ya que aseguran que hasta los criminales más atroces merecen justicia y misericordia, y recuerdan que sus vidas también les pertenecen a Dios.
"Como cristianos, estamos llamados a oponernos a la cultura de la muerte mediante el testimonio de algo más grande y más perfecto: un Evangelio de la vida, de la esperanza y de la misericordia. Para ayudar a construir una cultura de la vida, la pena de muerte debe ser abolida", sentenció el Arzobispo de Boston, Cardenal Sean O'Malley; y el Arzobispo de Miami, Mons. Thomas G. Wenski, en un mensaje a nombre de los dos principales comités de obispos en el país.
En su carta, los obispos citaron una de las Bienaventuranzas en las que Cristo expresa "bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia".