Los obispos católicos de Irlanda del Norte recibieron con beneplácito la noticia de la deposición de las armas del IRA, movimiento que concluyó su desarme total.
“Esto representa una medida de confianza bastante grande a favor de una sociedad pacífica en Irlanda del Norte. El anuncio de hoy es una reivindicación de los esfuerzos realizados por todos aquellos que han, a lo largo de los años, trabajado valerosamente para reemplazar la violencia por el diálogo”, afirmaron.
Los prelados se reunieron en Maynooth y desde ahí hicieron “un llamado a los otros grupos paramilitares para que también se comprometan a lograr la paz mediante medios pacíficos”.