Obispos de Estados Unidos, Centroamérica y México, reunidos en Tabasco, reafirmaron su preocupación por la inmigración ilegal e indicaron que construir un muro fronterizo no ayuda en “nada” a solucionar el problema.
Durante su visita a la zona sur del país, los prelados constataron los atropellos que sufren miles de centroamericanos indocumentados que quieren ingresar a México para luego entrar a Estados Unidos.
“Nos preocupa que miles de mexicanos y centroamericanos estén dejando sus países y arriesgando su vida por cruzar a Estados Unidos”, declaró a la prensa el presidente de la Comisión Episcopal del Movilidad Humana y Obispo de Ciudad Juárez, Mons. Renato Ascencio León.