Obispos denuncian campaña contra la vida y la Iglesia en Colombia

La Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) a través de un comunicado de su Comité Permanente, pidió a los católicos no dejarse confundir por la vigente campaña de descrédito de la Iglesia y entender la urgencia de no transar en la defensa de la vida.

El comunicado episcopal denuncia la mentalidad ampliamente abortista que se percibe en el país, exige el respeto por la objeción de conciencia de los profesionales que se opongan al aborto, reitera que los católicos que participan en esta práctica quedan excomulgados y expresa la esperanza de que los católicos comprendan las razones de la Iglesia para defender la vida.

“Tenemos plena confianza de que en medio de la confusión creada por las propuestas abortistas y la campaña de descrédito de la Iglesia, los fieles católicos irán comprendiendo las razones de quienes nos hemos puesto decididamente a favor de la vida”, indicaron los obispos.

Los obispos se refirieron explícitamente al fallo de la Corte Constitucional que despenalizó el aborto por violación, riesgo de muerte de la madre y malformación genética. “Percibimos una mentalidad ampliamente abortista del fallo que recomienda al poder legislativo ampliar el espectro de los casos en que el aborto deba ser despenalizado”, denunciaron.

Los prelados señalaron su preocupación por “el concepto expresado en el fallo de la Corte Constitucional al establecer una distinción entre la vida como un bien constitucionalmente protegido y el derecho a la vida como un derecho subjetivo de carácter fundamental. La vida, a pesar de su relevancia constitucional, no tiene -según la Corte- el carácter de un valor o de un derecho de carácter absoluto y debe ser ponderada con los otros valores, principios y derechos constitucionales”.

Asimismo, abordaron el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales que no deseen participar de los abortos legales. “En ningún ámbito de la vida, la ley civil puede sustituir la conciencia ni dictar normas que excedan la propia competencia que es la de asegurar el bien común de las personas mediante el reconocimiento y la defensa de sus derechos fundamentales”, indicaron.

Los obispos explicaron que “por esta razón, aquellos Magistrados que no reconozcan los derechos del hombre o los atropellen, no sólo faltan a su deber sino que carece de obligatoriedad lo que ellos prescriban”.

“Contrariamente a lo que expresa el fallo de la Corte Constitucional, la Objeción de Conciencia no hace referencia a una convicción de carácter religioso”, señalaron y advirtieron que quienes “recurren a la Objeción de Conciencia deben estar exentos no sólo de sanciones penales sino también de cualquier perjuicio en los aspectos legal, disciplinario, económico y profesional”.

“Reconocemos y apoyamos el valor de los médicos, jueces y personal de enfermería que han invocado la Objeción de Conciencia para negarse a practicar el aborto, o a sentenciarlo. Los médicos están al servicio de la vida y no de la muerte. Y este principio ético vale no sólo para los profesionales católicos sino para todos los que han hecho suyo el juramento hipocrático: tendré absoluto respeto por la vida humana desde su concepción”, sostuvieron.

Los obispos también recordaron que “la Iglesia es una comunión, es la comunidad de quienes, en virtud de la vida de gracia, viven unidos a Dios como hijos y a los otros hombres como hermanos, por tanto, al romperse esta vida de gracia por el pecado grave se rompe igualmente la comunión o sea, en sentido profundo, se queda excomulgado”.

En este sentido, precisaron que el Código de Derecho Canónico establece que quien procura el aborto si éste se produce incurre en excomunión, siempre que se cumplan las condiciones: “que la persona sea mayor de 16 años y haya obrado con plena deliberación y advertencia, libre de miedo grave o presión, esto es, en forma libre y voluntaria”.

“La Iglesia pretende con esta pena llamar la atención de los bautizados católicos sobre la gravedad del aborto y prevenir que se cometa el delito”, indicaron.