El presidente del Concilio Plenario de Venezuela, Mons. Ovidio Pérez; y el Obispo de Ciudad Guayana, Mons. Mariano José Parra Sandoval, afirmaron que el pronunciamiento de la Conferencia Episcopal (CEV) sobre la realidad del país no es una injerencia en asuntos que no le competan, como se quiere hacer creer, sino el ejercicio de su deber de iluminar la vida de los feligreses.
"La Iglesia no puede desentenderse del ser humano concreto para irse a otros astros", declaró a Unión Radio Mons. Ovidio Pérez, quien señaló que por el hecho de estar constituida por hombres "y no por ángeles", tiene la obligación de fomentar "la convivencia humana para que sea fraterna, solidaria, respetuosa de los derechos humanos".
En ese sentido, defendió la exhortación pastoral de la CEV al finalizar su 88º Asamblea Plenaria, que, entre otras cosas, advierte sobre las pretensiones del Gobierno de Hugo Chávez de dirigir el país hacia "un sistema marxista-leninista, es decir un sistema comunista", a través de la reforma constitucional.