La Comisión Nacional por la Justicia y la Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán condenó el asesinato de una joven cristiana de 12 años por parte de su empleador musulmán, quien intentó sobornar a la familia para que no dijera nada y que habría presionado a la policía local para dilatar las investigaciones y así tener tiempo de escapar de la justicia.
La joven Shazia Bashir fue asesinada por Chaudhry Muhammad Naeem, un adinerado abogado musulmán de la ciudad de Lahore en la provincia de Punjab, una de las ciudades que más dinero mueve en el país.
Naeem, explican, fue además presidente de la Lahore Bar Association de la mencionada ciudad hace algunos años.