"Las palabras son insuficientes para describir la profunda tristeza que sentimos por el pasaje contemplado en la nueva política del aborto propuesta por el estado de Nueva York. Lamentamos a los bebés no nacidos que perderán sus vidas, y a las muchas madres y padres que sufrirán remordimientos y angustias", dijeron los obispos del estado de Nueva York el 17 de enero.
"La llamada 'Ley de salud reproductiva' ampliará la ley ya radicalmente permisiva de nuestro estado, al capacitar a más profesionales de la salud para abortar y eliminar todas las restricciones estatales sobre los procedimientos a largo plazo. Con una tasa de abortos que ya es el doble del promedio nacional, la ley de Nueva York se está moviendo en la dirección equivocada", continuó.
Los obispos recordaron su compromiso "de ofrecer los recursos y servicios de nuestras agencias de beneficencia y servicios de salud a cualquier mujer que tenga un embarazo no planificado, para ayudarla a tener a su bebé, criar a su familia o poner a su hijo en adopción. Hay opciones de afirmación de la vida disponibles y nuestro objetivo es hacer que sean más conocidos y accesibles".