En una inmediata respuesta pastoral al terremoto que ha dejado cerca de 300 muertos y ha afectado a 11 de las 16 regiones del país, Mons. Alejandro Goic, Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, señaló que éste es "tiempo de orar y unirnos como una familia que somos".
"Ésta ha sido una catástrofe. Nos dolemos por los hermanos y hermanas que han perdido la vida, expresamos nuestra cercanía y oración a sus familiares y amigos, también a quienes han perdido sus bienes conseguidos con el esfuerzo de toda una vida", dijo el Prelado, a nombre de todos los obispos del país.
Mons. Goic señaló que "fiel a su misión, la Iglesia compromete su apoyo espiritual y su acción solidaria en esta hora de tragedia. Con la fuerza del Evangelio somos portadores de esperanza en momentos de temor, de dolor y de desastre".