Los miembros del Supremo Tribunal Federal (STF) recibieron un memorial de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) en el que les recuerdan que los bebés concebidos que padecen anencefalia no han perdido su humanidad y no deben ser abortados.
En un esfuerzo por evitar que el STF “usurpe una función exclusiva del Congreso Nacional” y despenalice el aborto de los anencefálicos, la CNBB recuerda que las autoridades deben velar por la vida humana desde la fecundación y esto no tiene que ver con la convicción religiosa de cada uno.
Los obispos piden a los magistrados discutir el inicio de la vida, su destino y el legítimo poder humano sobre otra vida, considerando “el respeto al género humano, no según una determinada confesión o convicción religiosa. Se está decidiendo la humanidad de un feto anencefálico y el sentido de esa humanidad”.