La Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), rechazó los últimos acontecimientos violentos, como los linchamientos y el cerco del Congreso, calificándolos como "una amenaza seria a los fundamentos de la democracia y la vida institucional del país".
"La Iglesia Católica pide a los responsables de la conducción del país y a los líderes sociales a preservar el valor de la vida, las libertades personales y la cultura democrática de nuestro pueblo. Se debe dejar de lado, venga de donde venga, la instrumentalización de grupos sociales para imponer por la fuerza visiones y proyectos políticos sectoriales", expresó a través de un comunicado.
En ese sentido, reafirmó el respaldo de la Iglesia "a las reglas democráticas y al estado de derecho", por lo que exigieron "a los protagonistas del quehacer político social" a optar por el diálogo, así como por "el respeto a la vida y de los derechos y libertades personales".