El Obispo de San Sebastián, Mons. Juan María Uriarte, consideró "urgente" que "callen para siempre las armas que matan, extorsionan y amedrentan", al tiempo que advirtió de que un "pueblo pacificado no es aún un pueblo reconciliado".
Mons. Uriarte hizo estas declaraciones durante la Misa que presidió este domingo en la Basílica de Loyola en Azpeitia, con motivo de la festividad de San Ignacio y en la que estuvieron presentes numerosas personalidades.
El Obispo consideró que la reconciliación del País Vasco "incluye y desborda la pacificación" y aseguró que "un clamor popular masivo considera cada vez más intolerable la idea misma de la pervivencia de esta atrocidad" de la violencia.