En 2005, cuando era sacerdote pero aún no se convertía en Obispo de Matagalpa, el entonces P. Rolando Álvarez dio su testimonio sobre lo sufrido en 1983 por el Papa San Juan Pablo II en Nicaragua, país centroamericano que hoy sufre la dictadura de Daniel Ortega.
Rolando Álvarez es el actual Obispo de Matagalpa y sufre la persecución de la dictadura de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, en el poder desde hace 14 años gracias a elecciones que han sido calificadas por muchos como fraudulentas.
Las críticas del Prelado le han valido estar en prisión domiciliaria en casa de sus padres en Managua, mientras que otros sacerdotes están secuestrados en la cárcel de torturas El Chipote.