Mons. Enrique Sánchez Martínez, Obispo Auxiliar de Durango, pidió a los medios de comunicación contribuir en la erradicación de la violencia y no incrementar en la población la percepción de inseguridad y desconfianza.
El Prelado explicó que "la transmisión de contenidos violentos, que recurre al sensacionalismo sangriento, que narra con lujo de detalles las acciones criminales y los hallazgos macabros; que repite, una y otra vez, los modos de operar de los delincuentes, sus mecanismos de tortura o de eliminación de las víctimas; genera en la sociedad miedo y desconfianza".
Todo esto "afecta la convivencia social y se daña el tejido social. Los medios de comunicación no ayudan a la construcción de la paz cuando informan, sin tener el más mínimo pudor o respeto para su auditorio, para las víctimas o para sus familiares y sin medir el impacto social o comunitario", afirma.
Sin embargo Mons. Sánchez Martínez destacó la labor de muchos comunicadores "que han vivido en carne propia los embates de la violencia en el cumplimiento de su profesión. Se sabe de las amenazas a las que están sujetos y las pérdidas que han sufrido. Forman parte de nuestro pueblo y apreciamos su servicio".
Al señalar cuál es el origen de la violencia, el Prelado destacó entre estas causas "la crisis de valores éticos, el predominio del hedonismo, del individualismo y competencia, la pérdida de respeto de los símbolos de autoridad, la desvalorarización de las instituciones (educativas, religiosas, políticas, judiciales y policiales) los fanatismos, las actitudes discriminatorias y machistas".
"La violencia se vuelve una forma de ver el mundo como un ambiente problemático; que inhibe la libertad personal; que amenaza y obliga a la persona a reducirse al espacio privado que le brinda seguridad y protección. Esta conducta también es una forma de reaccionar, pues ante cualquier situación considerada como amenaza, se reacciona visceralmente, sin reflexión, reforzando prejuicios sobre las personas y sobre los hechos y justificando acciones discriminatorias", concluyó el Prelado.