El Obispo de San Isidro, Mons. Jorge Casaretto, señaló que “si cada uno de nosotros no adquiere una recta conciencia” y comprende que toda acción “tiene repercusiones sociales” por lo que será muy difícil hablar auténticamente de cambio”.
El Prelado explicó que toda acción buena o mala repercute en la vida de la sociedad. Por ello, indicó, el cambio debe producirse en primer lugar “dentro nuestro”, comprometiéndonos en la “búsqueda y la construcción del bien común”.
“Frente a los desafíos de una sociedad que reclama justicia, de hombres y mujeres que buscan que se respeten sus derechos, de marcos jurídicos e institucionales que necesitan ser saneados y renovados, el término ‘cambio’ adquiere un valor mucho más profundo que simplemente una cara distinta”, explicó.