“Hay mucha gente, bautizada en la Iglesia Católica, que tiene vergüenza de hablar” de Cristo en público, advirtió el Obispo de Quilmes, Mons. Luis Stöckler, y recordó que la religión no es un asunto privado.
El Prelado recordó que en su entrada triunfal a Jerusalén muchos se preguntaron quién era Jesús. Indicó que el creyente no debe dar una respuesta emocional si no quiere repetir la conducta de aquellos que el domingo gritaron: Hosanna y el viernes: Crucifícalo.
El Obispo explicó que quienes quieren silenciar el mensaje cristiano “siguen actuando con prepotencia para imponer sus proyectos”. Por ello, animó a los feligreses a no tener vergüenza de proclamar el Evangelio y de testimoniarlo en el ámbito público.