En referencia a la ley de aborto que se busca imponer en Argentina, el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, manifestó que "no se puede obedecer ni aceptar" leyes que son "ilegítimas e injustas" por lo que animó a "hacer todo lo posible para que eso no entre en el cuerpo legal de la Nación".
El Código Penal de la Nación Argentina establece que el aborto es un delito y se castiga con cárcel. Sin embargo existe el "Protocolo de aborto no punible" que permite la práctica abortiva en las causales de riesgo de vida y de salud de la madre, por violación y aquellas que sufren enfermedad mental.
El lobby abortista ha intentado ampliar el protocolo proponiendo diversas normas y leyes en el parlamento argentino para asegurar el aborto "libre seguro y gratuito".