El Comité de Doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) dio a conocer una declaración en la que explica que ninguna circunstancia, ningún hecho, en última instancia nada ni nadie justifica el aborto, es decir la eliminación directa de un ser humano inocente en el vientre materno.
La nota dada a conocer por los prelados se refiere al aborto practicado por un grupo de médicos en el St. Joseph’s Hospital and Medical Center en Phoenix, tras lo cual el Obispo de esta ciudad, Mons. Thomas Olmsted, juzgó que el procedimiento había sido efectivamente eso, un aborto de una vida humana inocente, lo cual es moralmente inadmisible.
Tras el aborto, indican los obispos en la nota con fecha 23 de junio de 2010, "algunos han argumento que el procedimiento fue un aborto indirecto y por lo tanto un procedimiento médico legítimo. Otros han dicho que incluso el asesinato directo del niño no nacido es permitido en ocasiones por la enseñanza católica, y que esta posición es defendida por algunas previsiones de las Directivas Éticas y Religiosas para los Servicios de Cuidado de la Salud Católicos, un documento emitido por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos que se refiere a los principios morales aplicados en tales casos".