María José Solaz Viana es una valenciana de 36 años de edad y desde niña padece una enfermedad degenerativa que ahora le impide valerse por sí misma. Ella asegura que su vida es bella, no se cansa de dar gracias a Dios por "poder llevar la cruz de las personas que sufren" y es conocida porque todos los días pasa largas horas en oración en su parroquia.
Según informa la agencia AVAN, María José vive en Caudete de las Fuentes, Valencia, y sufre una ataxia de Friedreich que afecta progresivamente su sistema nervioso y muscular. Hace 20 años utiliza una silla de ruedas para desplazarse y desde hace diez su discapacidad alcanzó el grado máximo, por lo que depende de otras personas para todo.
María José ha encontrado su fuente de fortaleza en la oración. Todos los días permanece dos horas a solas en su parroquia rezando y pide a Dios, entre otras cosas, por "los males de quienes sufren y me piden que ore por ellos" o, "al menos, para que encuentren alivio".