El Presidente de la Academia Pontificia para la Vida, Mons. Elio Sgreccia, aseguró que el embrión es definitivamente “un hijo: un niño o una niña" que tiene una "relación especial con sus padres y, para quien cree, una relación especial con Dios”.
Asimismo, explicó que “el embrión es el nudo crucial ya sea para la antropología, como para la ética”, la epistemología y la entera bioética.
El Prelado indicó que en 1987, el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Joseph Ratzinger, señaló que desde el momento de la fecundación, el embrión es persona humana y debe ser respetado en toda su dignidad.