El Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. José María Arancedo, advirtió en una entrevista con el diario La Nación que "nadie puede negar que hay violencia" en el país, tal como afirmaron el viernes los obispos en su pronunciamiento al final de su Asamblea Plenaria.
Las declaraciones del Prelado se dieron el sábado unas horas antes del discurso que la presidenta Cristina Fernández dio en una ceremonia que recordó los 40 años del asesinato del P. Carlos Mugica, donde criticó el mensaje de los obispos y los acusó de querer "reeditar viejos enfrentamientos".
En la entrevista difundida el domingo por La Nación, Mons. Arancedo señaló que el mensaje de los obispos "no es un ataque al Gobierno", pues "la Iglesia no es opositora ni oficialista". Sin embargo, advirtió quela violencia es "una enfermedad que se manifiesta de diversas maneras y debemos erradicar".