"Lo primero que le diría a una persona extraña al sacramento es que para mí es motivo de consolación cada día, y así como nosotros necesitamos consolaciones externas, también necesitamos consolaciones en el espíritu, y si no experimentamos eso que nos consuela por dentro, o algo más grande que pueda llenar ese vacío, al final siempre vivimos con el ansia de llenarnos por cosas materiales que al final nunca nos bastan", señaló.
El título del libro obedece al consuelo recíproco entre los dos personajes que ocurre cuando se dejan seducir por Dios. En efecto, indica, toda la fuerza de la Penitencia consiste en que nos restituye a la gracia de Dios y nos une con Él con profunda amistad.
"Mi intención principal era que libro pueda llegar a cualquier tipo de público, no necesariamente a un público creyente, porque yo pienso que el tesoro que la Iglesia posee es el que da sentido a la vida del hombre, en general. Tenemos la misión de encontrar el lenguaje que habla al hombre de hoy, y que en el fondo sufre como todos los demás. Entonces no es solo el encontrar a Dios, sino el modo para acercarnos a ellos y encontrar el lenguaje para hablarles", señaló el P. Reyes.