Aunque los cristianos, salvo excepciones como la iglesia de la Última Cena, no tienen lugares santos que reclame el judaísmo, también se han visto afectados por el fundamentalismo judío. "Los extremistas judíos han manifestado que rechazan la coexistencia con los cristianos en Tierra Santa, y han atacado iglesias y otros lugares santos cristianos", denunció.
El P. David Neuhaus destacó el importante papel jugado por la Iglesia en la reconciliación de las comunidades israelí y palestina. "La Iglesia tiene una especial vocación en Israel / Palestina. Sin ningún tipo de poder, la Iglesia permanece libre de los juegos políticos y puede ser una voz que clame por la verdad, la justicia y la paz".
"La Iglesia tiene dos importantes virtudes que pueden contribuir a construir una justicia y una paz real sobre la guerra y la violencia dominantes", subrayó. "Una es el modo de hablar de la Iglesia, con palabras prudentes, palabras que están sustentadas en la verdad, que muestran respeto y que promueven la justicia y la paz. Ese lenguaje no es de tipo diplomático, más bien es un lenguaje que trabaja por la reconciliación en el respeto a la verdad".
La otra virtud "es el gran trabajo realizado por las instituciones de la Iglesia, con colegios, universidades, hospitales, hogares para ancianos, huérfanos, minusválidos. El discurso de la Iglesia es que esas instituciones católicas estén al servicio de todos, sin ningún tipo de discriminación, mostrando que la coexistencia sustentada en el respeto mutuo no sólo es posible, sino que incluso es la vía para poder abrir un futuro, para poder ofrecer esperanza a las próximas generaciones", concluyó.