El Arzobispo de Nápoles, Cardenal Crescenzio Sepe, afirmó esta mañana que la licuefacción de la sangre de San Genaro, hecho milagroso que se repite año a año, es "semilla de esperanza: que sea siempre para todos nosotros el signo de que nadie podrá separarnos del amor de Dios".
Según informa la agencia italiana SIR, al repetirse esta mañana el evento de la licuefacción de la sangre de San Genero a las 9:43 a.m., que permanece custodiada en una ampolla en la capilla de la Catedral de Nápoles, como suele suceder todos los años en la fiesta de este Patrono de la Ciudad, el Cardenal dio a conocer el hecho poco antes de iniciarse la Misa por la Fiesta del Santo.
Asimismo, el Purpurado explicó que la sangre ya estaba en estado líquido cuando la retiró de la caja fuerte en la que se conserva. Además saludó a los napolitanos presentes recordando unas palabras de Pablo VI en 1966: "cuando bendijo Napolés: como esta sangre bulle en cada fiesta, así la fe del pueblo de Nápoles debe bullir, florecer nuevamente y afirmarse cada vez más".