Ante el actual debate del artículo 40º de la Constitución de México para establecer que es un Estado laico, algunos Obispos demandaron al gobierno contribuir a "una sana laicidad" que les otorgue "plena libertad religiosa que conlleva a la administración de medios de comunicación" no reglamentada hasta la fecha en el país.
Según señala Milenio, los prelados exigieron este derecho ya que "de lo contrario se percibe que esa iniciativa (la reforma) sirve sólo para acallar la voz de la Iglesia".
El Obispo de San Cristóbal de las Casas, Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, consideró que "unos legisladores, ignorantes de su religión, queriendo quedar bien con pequeños grupos antirreligiosos y no perder votos, apoyan iniciativas no acordes con su fe y sin información de lo que su Iglesia piensa".