Mons. Renato Volante, Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), hizo un enérgico llamado a nombre de la Santa Sede para ayudar a combatir el hambre en el mundo.
En el discurso pronunciado durante la 28º sesión de la Conferencia Regional de la FAO para el Oriente Medio que tuvo lugar en Sana'a (Yemen), el Prelado insistió en la promoción de un desarrollo agrícola eficaz para garantizar a todos los seres humanos el derecho a la seguridad alimentaria, y recordó que la Santa Sede, muy sensible a la cuestión de la lucha contra el hambre y la pobreza, “confirma la disponibilidad de la Iglesia Católica y de sus varios sectores e instituciones para cooperar” en este ámbito. Disponibilidad que no debe entenderse solamente como “una posibilidad de ayuda logística, sino también como fuente de una ideal inspiración programática”, aclaró Mons. Volante.
“Garantizando a todas las personas la posibilidad de alcanzar un nivel de vida y una seguridad alimentaria adecuados, participamos en el gran plan de la Creación –agregó el Prelado– y tenemos la oportunidad de anteponer los ideales comunes a los intereses individuales”.