El Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, reflexiona sobre un caso que pone en evidencia los problemas derivados de las leyes basadas en la ideología de género y concluye que "el mal se destruye a sí mismo".
El caso analizado por el Prelado es el de un hombre que fue denunciado por una mujer por un delito de maltrato -llamado violencia de género- al que no se le han podido imponer medidas preventivas hasta que tenga lugar el juicio.