Durante el encuentro con la Comunidad San Egidio, el Papa Francisco llamó a no aceptar la cultura del descarte que ha puesto al "ídolo dinero" como centro de la economía mundial en desmedro de niños y ancianos porque "no producen", y que no tolera la palabra cristiana "solidaridad" porque esta invita a ser familia de los pobres y enfermos.
Ayer, durante la visita al barrio romano de Trastevere, el Santo Padre recordó que la calidad de una sociedad se ve en cómo trata a los ancianos y a los niños, quienes, junto a los jóvenes, son esenciales para el futuro de un país; los primeros "con su fuerza biológica" y las personas mayores conservando la memoria de los pueblos.
Sin embargo, advirtió que en el mundo actual se ha instalado una "cultura del descarte".