Al presidir esta mañana en la basílica de San Pedro una Misa en sufragio por los Cardenales y Obispos que partieron a la Casa del Padre a lo largo de este año, el Papa Benedicto XVI destacó que pese a haber tenido características distintas, todos ellos tuvieron en común “la cosa más grande: la amistad con el Señor Jesús”.
En la Misa concelebrada por los miembros del colegio cardenalicio, y que tradicionalmente se lleva a cabo durante el mes de noviembre, el Santo Padre recordó a los purpurados que fallecieron en los doce últimos meses: Salvatore Pappalardo, Frédéric Etsou-Nzabi Bamungwabi, Antonio María Javierre, Angelo Felici, Jean-Marie Lustiger, Edouard Gagnon, Adam Kozłowiecki y Rosalio José Castillo Lara.
El Pontífice invitó a dar gracias a Dios "por el don que ha hecho a la Iglesia a través de ellos y por todo el bien que han podido realizar con su ayuda. Igualmente –dijo– confiamos al Padre Eterno a los patriarcas, arzobispos y obispos difuntos, expresando también para ellos nuestro reconocimiento en nombre de toda la comunidad católica".