En una carta dirigida a la Pontificia Academia de las Ciencias, el Papa Juan Pablo II se refirió a los trasplantes de órganos y pidió “intensificar el diálogo con expertos de las disciplinas antropológicas y éticas para garantizar el respeto de la vida y de la persona”.
El Santo Padre recordó que la Pontifica Academia “ha dedicado esta sesión del Grupo de estudio –como hizo ya en dos ocasiones durante los años 80– a un tema particularmente complejo e importante: el de los ‘signos de la muerte’ en el contexto de la práctica de los trasplantes de órganos de cadáver”.
“La Iglesia ha seguido desde el principio, con constancia y responsabilidad el desarrollo de la praxis quirúrgica del trasplante de órganos, introducida para salvar vidas humanas de la muerte inminente y permitir que los enfermos vivan más años”, explicó el Pontífice.