En un mensaje dirigido al presidente de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) y Arzobispo de Burdeos, Mons. Jean-Pierre Ricard, el Papa Juan Pablo II aseguró que “el principio de laicidad, correctamente entendido, pertenece también a la Doctrina Social de la Iglesia”.
Este principio, agregó, “recuerda la necesidad de una justa separación de poderes en la que resuena la invitación de Cristo a sus discípulos: 'Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios'. La Iglesia no tiene vocación de administrar lo temporal pero al mismo tiempo es necesario que todos trabajen en pro del interés general y del bien común”, añadió el Pontífice.
En su carta –escrita a la luz del centenario de la promulgación de la ley de separación entre la Iglesia y el estado francés–, el Papa explicó que “el Cristianismo ha jugado y juega todavía un papel importante en la sociedad francesa, tanto en el ámbito político, como filosófico, artístico o literario”; y agregó que “no se puede olvidar el lugar fundamental de los valores cristianos en la construcción de Europa y en la vida de los pueblos del continente. El cristianismo ha modelado en gran parte el rostro de Europa y toca a los hombres y mujeres de nuestros días edificar la sociedad europea sobre los valores que han presidido su nacimiento y que son parte de su riqueza”.