El Papa Juan Pablo II expresó que el “terrible atentado” que costó la vida del ex Presidente del Consejo de Ministros de la República Libanesa, Rafik Hariri, y de “otras tantas personas”, es “un gesto criminal que ofende a Dios y a todos los seres humanos creados a su imagen”.
A través de un telegrama enviado por el Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano, al Patriarca de Antioquía de los Maronitas (Líbano), Cardenal Nasrallah Pierre Sfeir, el Papa “implora una vez más la misericordia de Dios” y reza para que el Medio Oriente logre “una paz justa y duradera”. Además invita a los católicos del Líbano “a un compromiso perseverante por la paz”.
En el texto, el Santo Padre hace extensiva la invitación a los “hombres de buena voluntad” para que colaboren, mediante el diálogo, en la construcción de un “porvenir de concordia en el país y entre los pueblos de la región”.