Un joven valenciano perteneciente al Camino Neocatecumenal compró con ayuda de algunos amigos, el local de una antigua discoteca en Moscú para convertirla en iglesia.
Según la agencia AVAN y la publicación Paraula, Alejandro Sánchez Gamborino, de 24 años, proveniente de Velluters, Valencia, es también seminarista y viajó a Rusia en 1999 tras "sentir una llamada de Dios a seguirle radicalmente".
La ex discoteca será la sede de la futura parroquia de Santa Olga y acogerá, próximamente, las celebraciones religiosas que según Sánchez "hasta ahora tenían que desarrollarse en domicilios particulares o salas cedidas por el cabildo de la catedral de Moscú".