Durante el rezo del Ángelus, que siguió a su visita pastoral a la parroquia romana de Santa Maria Liberatrice, el Papa Benedicto XVI señaló, comentando el Evangelio de este domingo, que Jesús tiene sed de la fe y el amor de los cristianos.
El Pontífice comentó con profundidad y entusiasmo el diálogo entre Jesús y la Samaritana, la lectura del Evangelio de este tercer Domingo de Cuaresma, recordó que San Agustín “de quien estoy ampliamente hablando en las catequesis de los miércoles, estaba justamente fascinado con este relato”; y señaló que “es imposible transmitir en una breve explicación la riqueza de esta página evangélica”.
Por ello, “es necesario leerla y meditarla personalmente, sumergiéndose en aquella mujer que, en un día como tanto otros, fue a sacar agua al pozo y se encontró a Jesús”, dijo el Pontífice.