La Iglesia en Escocia investiga un posible milagro atribuido a la intercesión de la Sierva de Dios Margaret Sinclair. El hecho milagroso ocurrió en un hospital de Edimburgo e implicó que un bebé prematuro, al que los doctores ya habían desahuciado y que pesó medio kilo al nacer, salvó de morir.
Según informa el diario Scotsman, una reliquia de Margaret Sinclair fue colocada en la incubadora del recién nacido con el permiso de la familia luego que los médicos indicaran que nada podría salvar al infante. Actualmente, el niño ya tiene cuatro meses y está en perfecto estado de salud. Para proseguir con la investigación, el personal sanitario que atendió al bebé deberá responder a algunas preguntas para definir si fue o no un milagro lo acontecido.
"El Papa Juan Pablo II me dijo que cuando se tratara la causa de Margaret Sinclair le pidiese a la gente que orase por un milagro y esto ha venido sucediendo", afirmó el Arzobispo de Edimburgo, Cardenal Keith O'Brien, respecto a lo ocurrido.