El Arzobispo sirio católico de Mosul, Mons. Basile Georges Casmoussa, recientemente liberado por secuestradores en Irak, afirmó que la intervención del Papa Juan Pablo II durante su cautiverio fue fundamental para su rápida liberación.
El Prelado –de 66 años– expresó que “los mismos secuestradores me contaron esa mañana sobre la apelación del Papa, la cual estoy seguro fue un factor decisivo para mi liberación”.
Asimismo, el Arzobispo afirmó que no fue maltratado por los delincuentes y que éstos no querían “atacar a la Iglesia per se” pues -según el Prelado- no sabían quién era cuando lo secuestraron.